4 de febrero de 2022 admincomunidadenerg noticias El itinerario del autoconsumo Las placas fotovoltaicas empiezan a formar parte del paisaje rural y urbano español; también del empresarial o industrial. Tendencia que ha tenido su clímax en 2021. Porque, a juzgar por los datos preliminares de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (Appa), se instalaron en el mercado hispano entre 1.200 y 1.400 MW de capacidad eléctrica asignada a placas solares. Más del doble de los 623 MW del año precedente. Aunque desde la patronal no se establece una línea divisoria nítida entre autoconsumo propiamente dicho y la mera conexión a la red de generación fotovoltaica, su director general, José María González Moya, avisaba hace unas fechas a The Objetive, que se conectaron a la red alrededor de unos 2.965 MW, que sumados a los de autoconsumo, daban como resultado 4.265 MW instalados en 2021. Si bien se encargaba de precisa que aún estaba por definir cuántos MW correspondieron a consumidores domésticos e industriales.El recorrido entusiasta por el autoconsumo, en cualquier caso, empezó a gestarse en 2018 con la supresión del llamado Impuesto al Sol. Pero sigue atravesando una senda sinuosa de licencias administrativas con sobrecarga de aprobaciones por organismos autorizados y la todavía poco atractiva inversión inicial. La búsqueda de un aminoramiento de los desembolsos de instalación es uno de los focos de preocupación. Para espolear un capital que también es uno de los desafíos del autoconsumo y de los paneles fotovoltaicos a nivel internacional. Con objeto de reducir las tensiones inflacionistas sobre los precios de instalación y generar mayor competitividad. En este sentido, conviene recordar la recomendación que plantea la Comisión Europea de fijar un IVA mínimo del 5% -incluso con exenciones- en instalaciones de uso familiar. Las ayudas oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica -a autoconsumo, almacenamiento y energías renovables térmicas- en el ámbito residencial. O los seis programas de fondos europeos que están dotados con 660 millones de euros, extensibles a 1.320 enfocados a servicios y sectores productivos. Con una hoja de ruta que persigue alcanzar los 9 GW de potencia instalada en 2030 de autoconsumo. Sin descartar rebasar los 14 GW bajo un escenario “muy favorable de alta penetración” que se podría crear si, como parece, las grandes superficies se afanan en conquistar este segmento del mercado. Asignaturas pendientes, resta en el tintero resolver críticos aspectos :Imperante necesidad del reparto dinámico de los excedentes.Necesaria reserva de cupo de capacidad de evacuación para todos los proyectos de generación distribuida que se quieran conectar.Ampliación del límite de 500 metros entre los puntos de generación y consumo. Aunque una concatenación de instalaciones pueda esquivarlo, subsiste esta barrera para el autoconsumo compartido, figura sobre la que se asientan las Comunidades Energéticas.A falta de una completa transposición de la Directiva UE 2019/944 del mercado interior de la electricidad permanece limitado el papel activo de los usuarios de las instalaciones y el uso de las redes por parte de las comunidades locales de energías renovables.
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