Para profundizar y conocer de forma exhaustiva la creación y funcionamiento de las Comunidades Energéticas desde un punto de vista jurídico y legal, hoy contamos con la presencia de Laura Lamana, Licenciada en Derecho en la especialidad Jurídico-Económica, y Máster en Derecho Ambiental.
Posee una muy amplia experiencia en los campos de asistencia jurídica a administraciones públicas y práctica jurídica, en derecho urbanístico, asesoramiento a entidades locales, derecho energético y medioambiental y contratación pública.
Actualmente, es socia de Deurban Abogados.
¿Cuáles son los retos de las entidades municipales para impulsar las CEL?
Parece evidente que una de las principales actuaciones de los municipios en la mitigación del cambio climático, la lucha frente a la crisis climática y energética y la gestión más eficiente y sostenible de los recursos, es el apoyo, impulso y participación de una o varias comunidades energéticas en su municipio, junto a sus vecinos y con una clara voluntad de empoderamiento ciudadano en materia de energía.
¿Qué modelo jurídico se ajusta mejor al modelo de actividad de las CEL?
A mi juicio, y toda vez que la legislación exige una entidad jurídica sin limitar su forma, es acudir a una Asociación sin ánimo de lucro prevista en la Ley Orgánica 1/2002 del 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, así como en distintas normas autonómicas como la Ley 7/2007 del 22 de junio de Euskadi. Es una entidad con personalidad jurídica y amplia capacidad de obrar, responde directamente por sus obligaciones, con todos sus bienes presentes y futuros, y las personas asociadas no responderán personalmente por las obligaciones de la asociación inscrita. Además, su constitución y funcionamiento es sencillo.
¿Qué pasos debe seguir un Ayuntamiento para activar una CEL?
Los pasos pueden ser muy sencillos. El principal es la voluntad del municipio de contribuir a la constitución de una comunidad energética en su municipio. Lo siguiente es participar, como promotor, en la constitución de la Asociación que da cuerpo legal a la Comunidad Energética. Y por último, poner a disposición de la Comunidad espacios públicos municipales, por ejemplo cubiertas de edificios municipales (mediante derecho de superficie de otra figura jurídica,) para la instalación de proyectos de generación de energías renovables.
¿Cómo se deben adecuar los espacios públicos para que puedan desarrollarse estos nuevos modelos? ¿Cómo son los procesos de cesión de espacios públicos para estas actividades?
Puede haber distintas formas, pero las más habituales son: la constitución de un derecho de superficie sobre inmuebles (cubiertas) o suelos de propiedad municipal, la cesión de suelo mediante concesión administrativa de uso privativo del dominio público, o mediante la constitución de un complejo inmobiliario urbanístico. En todo caso, deberá atenerse a lo regulado en las legislaciones bienes y patrimonio de las administraciones locales en cuanto al procedimiento, y sobre todo, la concurrencia pública reservada a este tipo de entidades si no cabe la cesión directa.
¿Qué riesgos tiene una entidad municipal frente a la puesta en marcha de estas iniciativas?
Ninguno, pues la Asociación es una entidad con personalidad jurídica propia. Los riesgos, a mi juicio, son más reputacionales y de lograr un buen funcionamiento, transparente, participativo y con un claro y marcado componente social y de empoderamiento ciudadano. Por ello, considero esencial que el Ayuntamiento mantenga una tutela activa durante la vida de la Comunidad, y que cuente con buenos profesionales en cuanto la gestión de la Asociación.
¿Está la ley suficientemente clara como para que puedan desarrollarse estos modelos?
No. Tanto las Directivas Comunitarias que regulan las Comunidades Ciudadanas de Energía como las de energías renovables y la legislación española que las trasponen, dejan una imperante amplitud al modelo a adoptar, que puede ser una cooperativa, una entidad mercantil o la que proponemos, la Asociación sin ánimo de lucro.
¿Cómo ha evolucionado el ámbito municipal respecto a los temas energéticos en estos últimos años?
En muy poco tiempo, el interés municipal, la implicación y la voluntad de participar han crecido de forma más que importante. En este momento, con cuestiones como la crisis climática y energética, las políticas de la Unión Europea, los fondos Next Generation, la conciencia social y ciudadana, y las iniciativas legales para hacer frente a la escalada del coste de la energía, hacen que para muchos ayuntamientos, la energía, sea una prioridad en su políticas públicas.